A lo largo de la última década, hubo muchas novedades, gacetas médicas y pacientes con cannabis medicinal que cuentan las condiciones impresionantemente debilitantes que el cannabidiol o bien el CBD pudieron medicar.
Epilepsia , esclerosis múltiple, patología de Crohn… la lista prosigue. Mas hay otras cosas en las que ha ayudado este asombroso compuesto químico.
En ocasiones es el fácil alivio del mal o bien las náuseas lo que puede brindarle a alguien una vida mejor, y estas novedades, aunque simulen pequeñas, tienen la posibilidad de marcar gran diferencia.
Me agradaría comunicar ciertas formas personales en las que me asistió a mí y a mi familia a sanar.
Quizás no sean las historias más prodigiosas, mas para mí son vivencias que cambian y salvan vidas.
seguramente deberíamos empezar comentando sobre cómo trabaja el CBD .
Nuestros cuerpos están pertrechados con un sistema endocannabinoide.
En el momento en que consumes cannabis, los distintos elementos presentes como el THC, los terpenos o bien el CBD se unen a distintas receptores y causan distintas respuestas.
La ciencia del cannabis ha adelantado a pasos desmedidos en los últimos tiempos, mas aún de esta forma, unicamente se entienden varios de los varios elementos presentes en el cannabis.
Por suerte, el CBD fué muy investigado y se encuentra dentro de los elementos sanadores populares más efectivos del cannabis.
El CBD actúa sobre numerosos receptores de su cuerpo para calmar el mal , achicar la inflamación , alentar la producción celular y también accionar como antidepresivo.
Uno de los más importantes receptores de CBD, los receptores CB2, están en todo el cuerpo en los órganos, bajo la piel y también en el cerebro.
Conque eso es algo de ciencia, prosigamos con la historia.
En el momento en que tenía catorce años, mi padre tuvo un horrible incidente automovilístico.
Por una parte, tuvo suerte de haber subsistido, por el otro, en este momento tenía lesiones extremas en el cuello y la espalda, daño cerebral, no podía trabajar y no podía proteger de sí.
Ahora padecía de trastorno de estrés postraumático por la guerra de Vietnam, y tras su incidente, esto fue exagerado.
Tuvo asaltos de furia, desesperación y también desvariaba en determinados puntos gracias a su daño cerebral.
Lo cuidé y logré un trabajo tan rápido como pude, mas inclusive con infinitas citas médicas, no ha podido hallar alivio.
O sea, excepto por una cosa: cannabis.
Mi padre siempre había sido un cliente moderado de cannabis, aunque era muy sutil.
En el momento en que me transformé en adulto a los 18 años, fue más abierto conmigo.
Me contó cómo le asistió a sentirse menos lastimado, a ser más feliz, y cómo frenó la horrible furia y desesperación donde lo habían puesto sus lesiones físicas y mentales.
Tenía una recomendación médica y empezó a cultivar un pequeño jardín para empleo curativo. Se encontraba más feliz de lo que había sido en años.
Empecé a presenciar con el cannabis en la época en que mi padre me mencionó que lo utilizaba como fármaco.
Un joven deprimido, comúnmente suicida, me sorprendió que en el momento en que fumaba cannabis sentía esa emoción extraña y sortea que anhelaba: alegría.
Además aprecié que los inconvenientes crónicos de espalda que he tenido mi vida gracias a la escoliosis, tal como ciertas lesiones distintas, se aliviaron.
Por vez primera en mi vida, me sentí como en el hogar en mi cuerpo, sin reventar por huír.
No obstante, había una desventaja de fumar cannabis regular tanto para mí para mi padre, es que los dos preferíamos ser lúcidos y no deseábamos sentirnos intoxicados todo el tiempo.
Fue entonces en el momento en que empecé a buscar artículos con contenido elevado de CBD o bien de forma exclusiva CBD .
Mi planeta se abrió a una exclusiva gama de cosas para escoger, y probé tantas como pude mientras que compartía todo con mi padre, y en este momento con mi madre además, dado que había empezado a padecer de artritis.
Lo primero que probé fueron los cartuchos de vape. Funcionaron tan bien para mí que adquirí uno para todos mis progenitores.
Mi padre me llamó al día después. No es un hombre expresivo: transporta estoicamente sus cargas.
Por otro lado, en esta llamada telefónica lloró. “Hija”, me ha dicho conteniendo las lágrimas, “no he dormido tan bien en años. Me quitó el mal «.
Se encontraba eufórico y feliz al reflexionar que este fármaco, sin resultados consecutivos repugnantes, que procedía de la tierra y fue producido por personas francas y locales, lo había ayudado bastante.
Afianzó la curación del cannabis como una de mis pasiones de siempre, y en este momento, diez años después, me encanta tanto como en ese instante.
En estos días, mi padre todavía emplea CBD para medicarse.
En este momento tiene demencia, y aunque hay buenos y pésimos instantes, sus pésimos instantes son más llevaderos con el apoyo de los distintos artículos que usa.
Los aceites de CBD para vape , las cápsulas de CBD que se toman de forma semejante al ibuprofeno, los comibles en dosis bajas y los tópicos con CBD y aceites fundamentales son los más efectivos para .
Todos y cada uno de los días emplea algo, y a sus 75 años, con sus lesiones y inconvenientes mentales, se le dió la posibilidad de continuar realizando las cosas que quiere y que le fueron arrebatadas por el mal y la depresión.
trabaja en el jardín, cocina, puede viajar con mi madre en el coche sin ansiedad ni malestar extremos .
Sus últimos días sin se verían tan distintas.
En la mitad de la guerra de mi padre contra la demencia, el CBD fué verdaderamente un salvavidas.
Pelea contra la bestia de mi depresión y me da la fuerza para combatir las pruebas en mi vida que sé que están por venir.
El procedimiento más eficiente para mí es fumar flores con contenido elevado de CBD y contenido elevado de terpenos, mas además empleo cápsulas, tópicos y tinturas de CBD.
Mis ansiedades se alivian, mi mal se marcha flotando y puedo plañir sin sentir la necesidad de desesperarme.
Los tópicos inclusive han ayudado a desvanecer las cicatrices físicas y sentimentales de mi autolesión.
Me conforta bastante comprender que por medio de esta medicina mi padre padece menos, mi familia padece menos y que mal insignificante se ha eludido y sustituido con equilibrio, consuelo y promesa.